Asesorando en la óptima situación de todos los elementos del comercio se desarrolló una carnicería adaptada a las necesidades del cliente.

En este proyecto, se pudo convencer al maestro carnicero de que no incorporase un armario estándar Dry Ager y que en su lugar optase por uno de nuestros armarios de maduración a medida que se viese tanto en el interior como en el exterior del comercio, entendiendo nuestro cliente el razonamiento expuesto, la implantación de uno de nuestros maduradores fue a la postre la guinda del pastel de esta espectacular reforma.

Hoy, la tienda está facturando tres veces más que antes de la reforma y el armario madurador es uno de los ejes del comercio.